Lo que Frida Kahlo tenía en su baño
En 2005, dos artistas mexicanas se encontraron a través del espacio y el tiempo

Sin título, 2007, Graciela Iturbide. Impresión por transferencia de tinte, 11 3/4 × 11 7/8 pulg. Museo Getty, 2014.89.3 © Graciela Iturbide
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Después del fallecimiento de la artista Frida Kahlo en 1954, su esposo, el pintor Diego Rivera, cerró dos baños de la residencia que compartieron, la Casa Azul, con la condición de que no se abriera hasta al menos 15 años después de que él muriera.
En 2005, la Casa Azul, ahora parte del Museo Frida Kahlo, invitó a la reconocida artista mexicana Graciela Iturbide a fotografiar el espacio interior y las pertenencias allí guardadas. (Read it in English.)

Sin título, negativo 2005; impreso 2007, Graciela Iturbide. Impresión por transferencia de tinte, 11 3/4 × 11 7/8 pulg. Museo Getty, 2014.89.6 © Graciela Iturbide
Iturbide estuvo una semana tomando fotografías de lo que estaba en las dos habitaciones —un vestidor con biblioteca y un baño—, pero esta no fue su primera visita al hogar de Kahlo.
«Vengo a esta casa desde… creo que ni Frida era famosa— dijo Iturbide en una entrevista con el Museo Frida Kahlo—. Me encantaba venir aquí al jardín con mis hijos y visitar su diario, que estaba ahí. Para mí fue realmente un privilegio “tocar” estos objetos, tocarlos con la mirada y reinterpretarlos en el mismo baño».

Sin título, 2007, Graciela Iturbide. Impresión por transferencia de tinte, 11 3/4 × 11 7/8 pulg. Museo Getty, 2014.89.3 © Graciela Iturbide
Dentro de las habitaciones hay cerca de trecientas pertenencias de Kahlo que invitan a dar una mirada íntima a la vida personal de la artista. Acumulados en esta bañera, hay varios aparatos de ayuda para personas con discapacidades y un póster de José Stalin —quizá una de las muchas imágenes de revolucionarios que alguna vez adornaron el lecho de Kahlo.

Sin título, negativo 2005; impreso 2007, Graciela Iturbide. Impresión por transferencia de tinte, 11 3/4 × 11 7/8 pulg. Museo Getty, 2014.89.6 © Graciela Iturbide
Durante el transcurso de su vida, Kahlo soportó más de treinta cirugías y duraderos periodos de reposo en cama. Por consiguiente, muchos de estos objetos personales son para el cuidado de la salud, como los que se encuentran en esta mesa.
«Cuando tomé las fotografías lo hice de una forma inconsciente —dijo Iturbide—. Después, me di cuenta de que eran objetos de sufrimiento… estaba el Deverol, estaban sus muletas…».

Sin título, negativo 2005; impresión 2007, Graciela Iturbide. Impresión por transferencia de tinte, 11 3/4 × 11 7/8 pulg. Museo Getty, 2014.89.4 © Graciela Iturbide
Aquí, una bolsa para el agua caliente está colgada para poder alcanzarla fácilmente, quizá uno de los artículos para calmar el constante dolor de Kahlo. Debajo está la barra, una de las varias ubicadas por toda la Casa Azul e instaladas para ayudar a Kahlo a desplazarse por toda la residencia.

Sin título, negativo 2005; impresión 2007, Graciela Iturbide. Impresión por transferencia de tinte, 11 3/4 × 11 7/8 pulg. Museo Getty, 2014.89.5 © Graciela Iturbide
Esta bata, que Kahlo usó durante una de sus largas estadías en el hospital, está manchada con pintura y sangre. Es una prenda que representa una imagen muy diferente a la de los coloridos vestidos de Tehuantepec.

Sin título, (Corsé sobre la repisa), 2007, Graciela Iturbide. Impresión en gelatina de plata, 17 7/8 × 18 1/8 pulg. Museo Getty, 2014.88.6 © Graciela Iturbide
En 2006, Iturbide regresó a la Casa Azul, esta vez para organizar y capturar las pertenencias de Kahlo en el distintivo estilo blanco y negro de la fotógrafa.«Sus corsés me llamaron mucho la atención —dijo Iturbide—, porque son muy estéticos, a pesar de que tienen que ver con el dolor».

Sin título (Lo que el agua me dio), 2006, Graciela Iturbide. Impresión en gelatina de plata, 18 × 18 pulg. Museo Getty, 2014.88.7 © Graciela Iturbide
Aquí en esta repisa reposan tres recipientes quizá usados para ayudar a Kahlo a asearse con más comodidad dada su limitada capacidad para moverse.

Sin título (Lo que el agua me dio), 2006, Graciela Iturbide. Impresión en gelatina de plata, 18 × 18 pulg. Museo Getty, 2014.88.7 © Graciela Iturbide
Esta fotografía es el homenaje de Iturbide a la pintura de Kahlo, Lo que el agua me dio (1938). Kahlo describió su famosa obra de arte como «una imagen del pasar del tiempo y de los juegos infantiles en la bañera y la tristeza de lo que a ella le pasó en el transcurso de su vida».
La imagen también captura el dolor de Iturbide; las cicatrices en su pie izquierdo son de una reciente operación.

Sin título (Ofrenda a las cenizas de Frida), 2007, Graciela Iturbide. Impresión en gelatina de plata, 18 1/2 × 18 1/8 pulg. Museo Getty, 2014.88.2 © Graciela Iturbide
En la fotografía Ofrenda a las cenizas de Frida, Iturbide empareja una flor recién cortada con la urna que contiene las cenizas de Kahlo. Iturbide dijo en 2014 durante una entrevista: «Mi fotografía sobre el dolor sí es muy católica, está relacionada con mi educación católica».

Untitled (Tortuga en la tina), 2006, Graciela Iturbide. Gelatin silver print, 18 3/4 × 18 in. Getty Museum, 2014.88.3 © Graciela Iturbide
Sin embargo, no todas las imágenes en esta colección reflejan el dolor de Kahlo. Esta tortuga puesta en la bañera le da un toque de extravagancia a la serie.
¿Quiere ver más información sobre el trabajo de Graciela Iturbide? Por favor, visite la colección en línea del Getty para ver y conocer más sobre esta y alrededor de más de cien fotografías de la reconocida artista.